Recetas

Pollo con salsa de Queso Tres Oscos

El queso es el aliado perfecto para cocinar carne blanca. Un plato sencillo y para comer a diario. Y por supuesto...sin tener que renunciar al sabor de las grandes recetas

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pollo con salsa

El pollo es un ingrediente básico en nuestra dieta, contiene muy poca grasa y es alto en proteínas. Acompañarlo con salsa de queso es una forma de aportarle sabor y obtener un plato sano y, a la vez, riquísimo.

¡Toma nota!

INGREDIENTES

  • 2 pechugas de pollo grandes
  • 150 g de Queso Tres Oscos
  • 1 vaso de vino blanco
  • 600 ml de nata para cocinar
  • Una cebolla
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Cebollino fresco

ELABORACIÓN

  1. Preparamos todos los ingredientes para poder trabajar con mayor orden durante el cocinado, evitando sorpresas ni que se nos pegue nada en la sartén. Primero, troceamos el pollo en dados y lo salpimentamos. Después, troceamos 150 gramos de queso en Lonchas Tres Oscos Tierno  Por último, picamos la cebolla bien fina y el cebollino.
  2. Sofreímos el pollo en una sartén muy caliente con un chorrito de aceite de oliva. Cuando la carne presente color dorado, la retiramos del fuego y la reservamos en una fuente.
  3. En la misma sartén, sofreímos la cebolla a fuego medio procurando que no coja color. Vertemos el vino blanco y lo dejamos reducir hasta la mitad para saborizar bien la cebolla.
  4. Añadimos la nata cocinándola hasta que vaya tomando un ligero color tostado.
  5. Agregamos el queso en Lonchas Tres Oscos Tierno que teníamos troceado y revolvemos hasta que se diluya bien en la mezcla.
  6. Trituramos muy bien esta salsa en la batidora y la pasamos por un colador fino para dejarla suave y aterciopelada. La volvemos a verter de nuevo en la sartén hasta obtener una textura suficientemente líquida.
  7. Agregamos el pollo que habíamos reservado y cocinamos durante unos 5 minutos más.
  8. Para finalizar, espolvoreamos el cebollino picado y el plato estará listo para servir.¡Ya solo nos queda sentarnos a la mesa para saborearlo!

¡Ya solo nos queda sentarnos a la mesa para saborearlo!