El mayor reto que tenemos ante nosotros es trabajar en pro de la sostenibilidad, de manera que podamos satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio y el bienestar social.
Los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas lo resumen muy bien. Se trata de un marco idóneo para desplegar acciones, iniciativas y políticas que hagan posible legarles un mundo más próspero y más justo a las generaciones venideras.
España forma parte del grupo de 193 países que se comprometieron, en septiembre de 2015, con su cumplimiento. En el fondo, todos estamos llamados a ello, desde los organismos internacionales, pasando por las grandes, medianas y pequeñas empresas, hasta el ciudadano de a pie, porque todos podemos contribuir a su avance. En este sentido, no hay contribución pequeña.
Necesitamos contribuir por todos los medios a un cambio de mentalidad que nos permita ir sustituyendo la concepción de los ODS como una exigencia por otra que los considere como lo que son: una oportunidad de avanzar mejor. Esta es precisamente la percepción de Industrias Lácteas Monteverde, y en esta línea de actuación es la que se está trabajando desde su constitución como sociedad allá por 1979, puesto que todo aquel que forma parte de ella es consciente y comprende la importancia de nuestro entorno, no solo para nuestra actividad productiva (muy arraigada en el medio rural y del que indudablemente obtiene beneficios) también para nuestra calidad de vida. Este ha sido uno de los pilares que cimientan nuestro crecimiento, desarrollar una forma de producción sostenible que genere oportunidad para las nuevas generaciones: un compromiso con el presente y el futuro.
El cuidado y el respeto por nuestro entorno es uno de los principales preceptos morales de nuestra organización, y así se refleja en nuestra política. En esta, al igual que lo hacen las políticas desplegadas por los gobiernos a nivel general, se establece a nivel interno un marco de actuación con el que marcamos objetivos a corto y medio plazo, cuya finalidad es alcanzar o satisfacer nuestras líneas estratégicas. Para ello desplegamos iniciativas y acciones encaminadas a mejorar la actividad a todos los niveles. Las líneas estratégicas se definen para actuar conforme a valores que rigen la organización, y en el caso que nos ocupa, el respeto y cuidado de nuestro entorno, Industrias Lácteas Monteverde ha definido como Línea Estratégica el Desarrollo de la Sostenibilidad Ambiental y Social en la Zona Rural.
En el contexto actual en el que nos encontramos, en el que los efectos del cambio climático plantean una grave amenaza como consecuencia del aumento de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), el medio ambiente se está alterando y, con él, los recursos naturales y la biodiversidad. En España, han aumentado en un 18,6% las emisiones de GEI desde 1990 hasta 2014. Es por ello que Industrias Lácteas Monteverde, gracias a la alineación de sus valores y políticas internas con los retos a nivel medio ambiental que proponen los ODS de la Agenda 2030, se ha planteado diferentes retos en el marco de su Plan Estratégico 2020-2023, y uno de ellos es la Inscripción en el Registro de Huella de Carbono gestionada por la Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. La participación de las empresas es actualmente de carácter voluntario, y una muestra más de la mentalidad verde que caracteriza a nuestra organización, y la concienciación y alineación con la importancia de los retos de la Agenda 2030, siendo el impulso del cálculo y la reducción de la huella ambiental uno de ellos.
Esta acción no se limita al simple cálculo y registro de nuestra Huella de Carbono, sino que la sociedad establece un Plan de Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, con acciones y metas concretas, entre las cuales destacan: la emisión de una Guía de Buenas Prácticas para la Eficiencia Energética en los procesos operativos o la instalación en nuestra planta de Grandas de Salime de un parque de placas fotovoltaicas para la reducción en el consumo de energía de origen fósil y su sustitución por fuentes de energía renovable. Estos sistemas nos permiten minimizar, en la medida de lo posible, el consumo de recursos energéticos y a orientar nuestra actividad hacia el uso de fuentes de energía con un menor impacto, sustituyendo el uso de combustibles tradicionales por otros menos perjudiciales.