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Una correcta manipulación del queso

Del frigorífico a la mesa. Tenemos un queso ideal (o varios) y es importante saber manipularlos adecuadamente antes de servirlos.

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historia queso tres oscos

Tenemos un queso ideal (o varios) y es importante saber manipularlos adecuadamente antes de servirlos. Hoy vamos a daros algunos prácticos consejos para tratar a vuestros quesos como se merecen en el camino que recorren desde el frigorífico hasta la mesa.

El queso debe conservarse a una temperatura que no modifique sus propiedades, que no altere ni su textura, ni su aroma, ni su sabor. Lo más práctico y seguro es guardarlos en la nevera, en uno u otro estante según el tipo de queso (cuanto más fresco menos temperatura, por tanto en la parte más alta).

Sin embargo, debemos tener la precaución de sacarlo, por lo menos, unos 30 minutos antes de comerlo para que esté a temperatura ambiente y en su estado óptimo. La temperatura ideal para consumir el queso es de entre 18 y 24 grados y debemos tener en cuenta también su tamaño y la dureza de su corteza, ya que entonces necesitaremos más tiempo para atemperarlo.

Para cortar correctamente el queso debemos hacerlo en una superficie limpia y llana. La tabla de madera suele ser la mejor opción, pero no debemos olvidar la importancia de mantenerla siempre impoluta, sobre todo si se han manipulado carnes o pescados en ella. Si cortamos bien cada queso realzamos su forma, su sabor y, por supuesto, su presencia.