Recetas

Puré de verduras con Queso Berenguela

Con este frío apetecen comidas calentinas de cuchara, y eso no siempre está reñido con cuidar la línea… Así que hoy os presentamos un puré de verduras con nuestro Queso Berenguela reducido en grasa. ¡Riquísimo!

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puré de verduras con queso berenguela

¿Listos para un plato saludable y lleno de sabor? Nosotros os proponemos una idea con verduras de temporada, pero podéis variar la receta quitando o poniendo ingredientes a vuestro gusto.


INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

  • Dos patatas pequeñas
  • Una zanahoria
  • Un calabacín
  • Un puerro
  • Un trozo de calabaza
  • 100 g de judías verdes.
  • 100 g de queso Berenguela
  • Aceite de oliva
  • Pimienta
  • Sal


ELABORACIÓN

  1. Empezaremos por lavar cuidadosamente las verduras (cuando lavas la fruta o verdura entera evitas que los patógenos que hay sobre la corteza se trasladen al interior, independientemente de que la vayas a consumir o no con piel).
  2. El siguiente paso es pelar la patata, el calabacín, la zanahoria y el puerro (de este solo nos quedaremos con la parte blanca).
  3. Cortamos en trozos las verduras que hemos pelado y después hacemos lo mismo con la calabaza y las judías verdes.
  4. En una cazuela grande, echamos un chorro de aceite y rehogamos las verduras. Empezaremos por el puerro y, seguidamente, incorporaremos el resto. Echamos un poco de sal por encima.
  5. Transcurridos unos minutos, añadimos agua (que cubra las verduras) y esperamos a que hierva. Añadimos otro poco de sal y cocemos unos 20 minutos, agregando agua si fuera necesario.
  6. Cuando las verduras ya estén cocidas, las trituramos hasta obtener la consistencia deseada. Podemos refinar más el puré pasándolo por un colador chino.
  7. Para finalizar, sumamos nuestro Queso Berenguela reducido en grasa. Para que el queso se integre bien, lo más adecuado es poner el puré de nuevo en la cazuela a fuego lento e ir añadiéndolo en pequeños trozos que se irán fundiendo al incorporarlos. Removemos bien y probamos para poder rectificar de sal. Añadimos también un poco de pimienta molida.


Como toque final, en el momento de servir, rallamos un poco del queso que nos haya sobrado y lo espolvoreamos por encima de cada plato.


También podemos agregarle algún fruto seco como nueces, pipas de calabaza e incluso pistachos, aunque eso sí… de este modo aumentamos bastante las calorías del plato. Una buena alternativa para rematar la receta sin perder de vista la perspectiva light es usar edamame, la alubia fresca que ha pasado de ser un alimento exótico a estar presente en casi todos los supermercados. Basta con hervir las vainas o cocinarlas al vapor. Están riquísimas y son una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, ricas en fibra y con propiedades antioxidantes.


¿Conseguiréis también que este nutritivo y saludable plato les entre por ojos a los más peques de la casa?


¡Comer verdura puede ser guay! 😉